El conduce y Ella le orienta, le indica que gire en la siguiente calle a la izquierda. El argumenta muy seguro que es hacia la derecha. Inicia la discusion y casi al instante Ella calla y El decide girar a la derecha. En pocos minutos, El se da cuenta de que estaba equivocado.
Aunque es dificil admite que tomo el camino equivocado, al tiempo que inicia el retorno. Ella en silencio le sonrie con camaraderia. Una vez que llegaron a la cita y se disculparon por el retraso la noche transcurrio grata y amena.
Cuando habían emprendido el camino de regreso El, aun apenado pregunta: -Estabas segura de que tomaba el camino equivocado, porque no insististe para que me fuera por el correcto?
Ella responde: - Con el retraso y el congestionado trafico que encontramos los ánimos estaban calentándose, estábamos a punto de una agria discusión si insistía mas, ¡ Habría estropeado la noche! Entre Tener Razón y Ser Feliz, prefiero Ser Feliz.
MORALEJA DE LA HISTORIA:
Esta historia fue contada por una directora empresarial durante una conferencia sobre la simplicidad en el mundo del trabajo.
Ella utilizo el escenario para ilustrar la cantidad de energia que gastamos solo para demostrar que tenemos razón, independientemente de tenerla o no.
Desde entonces, me pregunto más a menudo:
¿Quiero ser feliz o tener razón????
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