(Maurice Nicoll “Comentarios Psicológicos”)
“El Cuarto Camino es a veces llamado el camino del hombre ladino. El “hombre ladino” conoce un secreto que el faquir, el monje y el yogui ignoran.
como se entero el hombre
ladino” de este secreto? es su secreto. Quiza lo haya encontrado en
algún libro antiguo, quizá lo haya heredado, quizá lo haya comprado,
quizá lo haya robado a alguien. Es indiferente.
El “hombre ladino”
conoce el secreto y con su ayuda aventaja al faquir, al monje y al
yogui.
El faquir es quien actua en la forma mas grosera; conoce muy poco y comprende muy poco. Supongamos que después de un mes de intensas torturas desarrolle en si mismo cierta energía, cierta sustancia que produce cambios en él. Lo hace de una manera por completo ciega, con los ojos cerrados, sin conocer el proposito, ni los métodos, ni los resultados, simplemente imitando a los demás.
El monje conoce mejor lo que quiere; es guiado por el sentimiento religioso, por un deseo de salvación; tiene confianza en su maestro que le dice lo que debe hacer, y cree que sus esfuerzos y sacrificios “complacen a Dios”. Supongamos que una semana de ayuno, de plegarias continuas, de privaciones, le permite lograr lo que el faquir desarrolla en si en un mes de torturarse a si mismo.
El yogui conoce considerablemente más. Sabe lo que quiere, por que lo necesita, como puede adquirirlo. Sabe, por ejemplo, que es necesaria para su proposito la producción de cierta sustancia en el mismo.
El faquir es quien actua en la forma mas grosera; conoce muy poco y comprende muy poco. Supongamos que después de un mes de intensas torturas desarrolle en si mismo cierta energía, cierta sustancia que produce cambios en él. Lo hace de una manera por completo ciega, con los ojos cerrados, sin conocer el proposito, ni los métodos, ni los resultados, simplemente imitando a los demás.
El monje conoce mejor lo que quiere; es guiado por el sentimiento religioso, por un deseo de salvación; tiene confianza en su maestro que le dice lo que debe hacer, y cree que sus esfuerzos y sacrificios “complacen a Dios”. Supongamos que una semana de ayuno, de plegarias continuas, de privaciones, le permite lograr lo que el faquir desarrolla en si en un mes de torturarse a si mismo.
El yogui conoce considerablemente más. Sabe lo que quiere, por que lo necesita, como puede adquirirlo. Sabe, por ejemplo, que es necesaria para su proposito la producción de cierta sustancia en el mismo.
Sabe que esta sustancia puede ser producida en un solo dia por
medio de ciertos ejercicios mentales, o por la concentración de la
conciencia. Así fija su atención en estos ejercicios durante un dia
completo sin permitirse un solo pensamiento exterior, y obtiene lo que
necesita. De este modo el yogui necesita un solo dia para lograr el
mismo objetivo que le exige al faquir un mes y una semana al monje.
Pero en el Cuarto Camino el conocimiento es aún más exacto y perfecto. Un hombre que sigue el Cuarto Camino sabe definitivamente que sustancias necesita para sus fines y sabe que esas sustancias pueden ser producidas dentro de su cuerpo por un mes de sufrimiento físico, por una semana de tensión emocional o por un dia de ejercicios mentales pero sabe también, que pueden ser introducidas en el organismo desde el exterior si sabe cómo hacerlo. Y asi, en lugar de pasar un dia entero en ejercicios como el yogui, una semana en plegarias como el monje, o un mes de auto torturas como el faquir, prepara y traga simplemente una pildorita que contiene todas las sustancias que necesita y, de este modo, sin pérdida de tiempo, obtiene los resultados requeridos.”
Hay muchas formas diferentes de Recuerdo de Sí, y se definió una vez al Hombre Ladino como "alguien que sabe recordarse a sí de distintos modos y en diferentes momentos”.
Pero en el Cuarto Camino el conocimiento es aún más exacto y perfecto. Un hombre que sigue el Cuarto Camino sabe definitivamente que sustancias necesita para sus fines y sabe que esas sustancias pueden ser producidas dentro de su cuerpo por un mes de sufrimiento físico, por una semana de tensión emocional o por un dia de ejercicios mentales pero sabe también, que pueden ser introducidas en el organismo desde el exterior si sabe cómo hacerlo. Y asi, en lugar de pasar un dia entero en ejercicios como el yogui, una semana en plegarias como el monje, o un mes de auto torturas como el faquir, prepara y traga simplemente una pildorita que contiene todas las sustancias que necesita y, de este modo, sin pérdida de tiempo, obtiene los resultados requeridos.”
Hay muchas formas diferentes de Recuerdo de Sí, y se definió una vez al Hombre Ladino como "alguien que sabe recordarse a sí de distintos modos y en diferentes momentos”.
Hay muchas formas diferentes de Recuerdo de Sí, y se definió una vez al Hombre Ladino como "alguien que sabe recordarse a sí de distintos modos y en diferentes momentos”
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