En la actualidad, sin embargo, hay poco riesgo de que el país lleve a cabo otro ataque sorpresivo, ya que sus fuerzas armadas a duras penas pueden realizar un desfile decente.
Durante la celebración del bicentenario de Argentina en 2010, el Ministerio de Defensa sostuvo que no utilizó los anticuados tanques del país porque estaba tratando de "desmilitarizar" el desfile.
El diputado Julio César Martínez, quien presidió la Comisión de Defensa de la cámara baja ese año, dijo que la verdadera razón fue que los organizadores temían que los viejos tanques sufrieran fallas durante los festejos.
Tampoco hubo vuelos de la Fuerza Aérea porque 15 de sus aviones se han estrellado en los últimos 11 años por su antigüedad y falta de mantenimiento, añadió. Muchos aviones "solamente servirían para entrenar pilotos a ser kamikazes", manifestó Martínez. Ni el Ministerio de Defensa ni el gobierno de Kirchner respondieron a varias solicitudes de comentarios.
Pese a sus duras declaraciones sobre las Malvinas, la presidenta no ha estado financiando adecuadamente a las fuerzas armadas de 60.000 efectivos como parte de una estrategia para suprimir el militarismo y eliminar cualquier posibilidad de otra dictadura como la que mató a miles de personas en los años 70 y 80. El gobierno militar también invadió las Malvinas en 1982, lo que dio lugar a una breve guerra con el Reino Unido, en la que Argentina resultó derrotada.
En un trabajo reciente, el intelectual argentino Carlos Escudé describió la estrategia de Kirchner como "uno de los experimentos pacifistas más radicales de todos los tiempos". El gasto militar de Argentina, que había bordeado 3% del Producto Interno Bruto en la época de la Guerra de las Malvinas, cayó gradualmente a 0,9% del PIB en 2010, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo. En la actualidad, pese a que la presidenta ha elevado el gasto público a niveles récord, el presupuesto militar se encuentra en mínimos históricos como porcentaje del PIB y del presupuesto total, señala el politólogo Rosendo Fraga.
Alfredo Dato, un diputado que asumió la presidencia de la Comisión de Defensa de la cámara, dijo en una entrevista que la política de defensa de Kirchner y su castigo a los abusos de los derechos humanos cometidos por el gobierno militar tiene amplio apoyo entre los argentinos.
Hoy, Kirchner estará en la ciudad austral de Ushuaia donde encabezará los actos para honrar a los veteranos de la Guerra de las Malvinas y probablemente intensificará las reivindicaciones del país.
Pocos en Argentina lamentan el colapso de la dictadura, pero algunos dicen que la presidenta ha llevado el pacifismo demasiado lejos y que la frontera norte que el país comparte con Paraguay y Brasil está llena de narcotraficantes, contrabandistas y vendedores de armas.
Entre tanto, muchos países latinoamericanos han aprovechado el auge de los precios de las materias primas para fortalecer sus fuerzas armadas, dice Alejandro Corbacho, especialista en defensa del Centro de Estudios Macroeconómicos en Buenos Aires.
Chile, vecino y rival de Argentina, tiene unas fuerzas armadas que son casi 1,5 veces más grandes en un país con sólo un tercio de los habitantes.
El descuido de las fuerzas armadas contrasta con la feroz campaña diplomática por las islas, dicen muchos analistas. Aunque Martínez no apoya otra guerra por las Malvinas, dice que mejorar las fuerzas armadas podría ser un respaldo para el esfuerzo diplomático al obligar al Reino Unido a responder, convirtiendo las islas en una mayor carga financiera y política para el gobierno británico. "Inglaterra terminó devolviendo Hong Kong a China porque China es China", agregó el diputado..
últimas notas de
Malvinas
La nación
No hay comentarios:
Publicar un comentario