Diosa Mané

Diosa Mané
Mané Castro Videla - Mujer Poeta y Artista Plástica Argentina - Española

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cuando no hemos aprendido a decir NO

 

Cuando no hemos aprendido a decir que no, nuestro cuerpo puede terminar diciéndolo por nosotros.
Las emociones están profundamente implicadas en las causas de una enfermedad y también en la restitución de la salud.
Nuestro sistema inmune no existe separado de nuestras experiencias cotidianas.
Cuando reprimimos nuestras emociones, ésta inhibición desarma las defensas
del organismo contra las enfermedades convirtiéndolas en destructoras en
lugar de protectoras de nuestra salud.
La mayoría de las personas viven sus vidas como si un poderoso y omniciente
juez los estuviera observando y tomando exámen. Ésto genera un tremendo stress.
Quedarse atrapado en roles y desconectarse por demasiado tiempo de nuestro
verdadero yo fomenta el territorio apropiado para el desarrollo de enfermedades.
Cuando los límites se desdibujan y permitimos que otros invadan nuestra intimidad
o no hacemos respetar nuestras necesidades, el cuerpo nos lo hace saber.
Reprimir el enojo incrementa las posibilidades de enfermarse.
La represión de las emociones sumada a un excesivo perfeccionismo y 
una dura autocrítica son el triángulo de las Bermudas para la salud.
Las emociones no son ni buenas ni malas y, como lo dice su etimología, están
hechas para fluir y estar en movimiento. 
Esconderlas y estancarlas enferma e intoxica al organismo.
La persona indicada y mejor capacitada para promover la propia salud y el
bienestar es uno mismo.
Es necesario encontrar un equilibrio saludable entre la idea de tener que agradar y complacer a los demás y la importancia de prestar atención a los propios deseos y necesidades.


"When the body says no"
de Gabor Maté, MD

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