LLegaste a mi
cuando el anochecer muerde
y el olor a hierba mojada
del jardín entra por ventanal
despertando esa parte de mi
donde el alma abandona el cuerpo
y como un libro abierto
los ojos contemplan el cielo
donde la rectitud es siempre un lugar
y una lucha en el corazón
y la sangre que se vertió en ella.
¿Cómo te explico
lo que tu eres para mí?
¿Cómo quito lo sobrante?
Si esta hora los celos desvelan
y usted sabe bien
que lo preciso para vivir
Ya es de noche
y aún lo espero
abriendo un paraíso
sin un día antes ni después
Tan solo soy unas palabras
desordenadas
esperándolo
como el agua llena de cántaros
a cielo abierto
Mané
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