Hoy, Señor te pido por todas las almas de la Tierra, por todas las miradas desvestidas de Amor, por sus desnudos pies y su andar sangriento, por los dolorosos corazones y frágiles cuerpos, por la sed sedienta de Justicia y el hambre de Paz y Esperanza
Señor llena nuestras manos de luz para ser alas y soltar la magia de la palabra, necesitamos más que nunca respirar el aire puro de las más altas cumbres y tomar las fuerzas para lanzarnos a la VIDA, sin titubeos, sin miedos, sin angustias…
Sólo con el valor y la voluntad de una buena conciencia nos salvará, nos dará cobijo…
Gracias Señor por la paz envuelta en la lucha que no cesa y en la obra diaria de cada día de vivir el heroísmo del cumplimiento
Así sea
Mané Castro Videla
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