Vivirlas plenamente es la razón...
Vivirlas calmando la sed, el hambre... .Encontrando cobijo... Juntar las manos... y esparcir las estrellas... Recreando todo lo que sí está!
Mané Castro Videla
Diosa Mané
Mané Castro Videla - Mujer Poeta y Artista Plástica Argentina - Española
Si no quieres sufrir, renuncia a amar, esa es la prueba más convincente que amamos. El amor acrisola al amor. Y uno sola, sufre, ama y vive, es inseparable estas tres realidades, sin importar su orden. Aprendí a amar, a fuego, a amar incondicionalmente a cada uno de mis hijos. Ni el vivir ni el sufrimiento y el vivir tiene otro sentido. Es ser más allá de ellos, es recobrar las fuerzas. Es ser el repicar de la campana, el corazón latiendo. Es sentir los cielos, el milagro y el lucero. Es ser el aliento dando vida, creciendo en nuestro ser al niño Dios en el alma. Es dar a luz al hijo y ser la madre. Y ser la realidad de la promesa ofreciendo con y por amor, el corazón solo inclinada a Dios.
Yo quería... Quería querer y que me quieran. Mi corazón estaba lleno de amor y el tuyo, esta lleno de odios, suspicacias, rencores, envidias, venganzas. Yo quería pero la ceguera y ceguedad de tus instintos ciegos, el conflicto de la mente y el corazón fue más fuerte, me excluiste, sin piedad! Fui excluida en la mirada egoísta y ruin, de la mirada falsa de la vida.
Confundida, creyéndose burlada
en su corazón encendido
comenzó a desnudar la soledad sin llorar.
Sin negar que le hicieron tanto daño,
la maledicencia, la envidia y la torpeza
hasta llevar a la muerte, a la inocencia.
Echándola herida al fuego eterno,
al estallido del ser.
A esa pérdida de lágrimas,
de su esencia nunca jamás consumada,
de ese saberse ser la belleza de la vida
del placer de lo femenino
cuando se trata de amor.
Te llevaste el corazón y los sueños,
el entregarse a fondo en los cielos
el erotismo de los cuerpos,
a la luz de los besos.
Te llevaste contigo mi vida de niña,
me dejaste el silencio
con el corazón en pedazos
juntándome los trozos
entre las sombras de las olas.
Me resisto a morir,
aún me quedan, las letras de arena
clavadas en la piel de la luna de plata
recitando a el amor loco,
a el amor cortés.
Embriagando
los recuerdos del alma
entre los ojos delineados
y las letras
cruzando la bahía en la mañana.
Siempre el arte orienta
formula, argumenta, interpreta
un lazo nuevo
Un despertar
de este transito doloroso de la mirada
en donde se extraviaron
los múltiples sentidos de entrega
Ese descifrar al revés
de los signos trazados
donde se rompe ese hilo finito
y conductor que atraviesa todo el texto
esa relación entre el sentido y el goce
y ese anudamiento
que nos conectan naturalmente
y esa fuerza
que nos moviliza de alma y cuerpo
para hacer el lazo
para enlazarnos con el otro
en las identificaciones
entre el sentido y el goce y, el acuerdo
ese incluirse en los semejantes
a partir de la puesta decidida
de encontrar juntos
un decir que nombre y nos nombre
un sentido que nos lleve al otro
A un tu y yo
a un nosotros
a un idealismo
contemplándonos en la inocencia,
en la sorpresa
que nos abre a un sentido
de un mañana,
a una verdad
siempre de a dos
Cuando no hallamos palabras para expresar todo lo que sentimos y vivimos en ese momento,
el silencio es la oración íntima, la palabra más plena... La que nos dice más, la que todos entienden y no necesita explicación porque habla muy profundo el corazón, el silencio de la mente y el amor brota... Brota por todos los poros y derrama luz al encontrarse en comunión con uno mismo y en plenitud en ese canto de gozo de paz y amor... de ti y de mi... de ser vida y sentir en el alma a Dios
Comenzó su análisis
sin saber que es lo que más le aquejaba,
dolía y el porque...
Comenzó reconociéndose
en lo absurdo de los acontencimientos
y en la competencia feroz
con la incompetencia y el maltrato
de los que fue víctima.
Se confiesa a palabra abierta
en ese estado de las cosas
sin odio, ira, resentimiento
de la pena rota desprendida
de esos momentos en peligro,
peligros de muerte.
En ese debatirse
entre la vida y la muerte,
en el calvario y ese deseo.
Deseo de exonerar, de mantener
y re comenzar otra vez.
Re inventándose, una y otra vez,
sin necesitar a nadie
en esa fidelidad sin grietas a sí misma
y solo haciendo el amor por amor
La acusaba de intelectualizar
demasiado fríamente
los fenómenos tan humanos
descuidando los afectos.
La emoción, la turbación,
el amor tierno y sexual,
el deseo y el goce.
La acusaba, ahí estaba la respuesta,
conocía ese mar espeso de fondo,
ese encuadre.
Esa imagen reflejada, deslumbrante
al insistir la mirada
con las cosas perdidas, extraviadas.
Ya no hay más.
No queda nada más.
Ni el deseo ni el goce,
ni mucho menos,
las ganas de ser ni pasar a ser
el otro lado del espejo.
La acusaba
desde la ceguera y la torpeza,
sin un conocimiento que lo ilumine
y lo libere del pensar atropellado
de sus vacíos y carencias
La acusaba de su egoísmo,
su autonomía y de su libertad.
De la certezas y la rebeldía
de elegir la vida y solo amar,
amar a su hijo y nadie más.
Solo se trata de entender
de domeñar la pulsión, lo oscuro
en este darse cuenta
cada vez que te pienso
y te plasmo lentamente
entre las yemas de los dedos
Y este deseo más fuerte que yo
que me lleva a querer.
Querer más y más
a desatar los infiernos y los nudos
de los signos de los fantasmas
que nos atan como huellas
y nos nombran
Después de haberse perdido
entre los cuerpos.
Después de vagar al filo
de las sombras de las ausencias.
Despúes de ti y de mi
del placer y el principio de la realidad.
Después de ser la fantasía
y este extraño estar sola,
sola y sin ti.
Hubo tiempos larguísimos
y otros que desaparecieron solos
con el tiempo y en el recuerdo.
Hubo espejos, de resistencias
entre la palabra y el cuerpo
Hubo y hay un saber,
una cultura de saberse ser,
una representación
en mantener el espíritu
frente a la destrucción,
de cobijo ante la muerte,
las apariencias, lo mitico y lo ritual,
lo ancestral y el presente.
La verdad y la falsedad,
la vida y la muerte.
Antes de ti está ese gesto
donde descansa mi alma en paz
que me definen y desenmascara
en cada día frente al lenguaje del amor.
A esa historia que nos descubre
y nos fascina, nos desafía
con la alegría de compartir
más allá de las diferencias,
de ti y de mí, de un nosotros.
de quedarnos sin respiración
al tan solo pensar
bordearnos los cuerpos
entre el deseo y la mirada
fuera de los dogmas y las certezas
dejando que la vida nos lleve,
entrelace y nos sorprenda.
Nos transforme
en la más bella poesía.
Amanezco en ti
bordeando las sombras
en tu corazón latiendo
a la luz de la almohada.
Atrapada a los sueños
rompiendo las cadenas
en el rocio de la mañana
y tu palabra
girando en el viento
donde fluye el tiempo
en el misterio del amor
y la pasión
desnudando el alma
rompiendo los miedos
dando paso al sol
y a este amor que nace
Al deseo de amar,
a un retorno.
Renaciendo, habitándome
solo por amor a ti
Mané Castro Videla
...Cuando la tormenta se rompe, cada hombre actúa de acuerdo con su propia naturaleza. Algunos son mudos de terror, algunos huyen, algunos se ocultan y sus alas son como las águilas y vuelan en el viento...
Son mis propias ideas
y son mis más erróneos caminos
Son mis éxitos y mis fracasos
y son mis historias.
Historias de vida y aprendizaje,
es mi decisión.
es lo decidido desde pequeña
a no ser un vulgo, a no seguir reglas.
Ni continuo pensando, sintiendo y haciendo
lo mismo a través de los siglos de nadie.
No soy esto solo que ves, soy más.
Soy, también aquello que no ves
y no comprendes ni menos aceptas.
Soy eso que odias y también te arrastra.
Soy mi propia consciencia y felicidad.
Soy la desamparada,
la huérfana y la necesitada.
Soy la voz del desorden, la pecadora,
la letra del débil y del viciado
del que nadie ama ni nadie le espera.
Soy de las que creen
que todo lo que tiene que suceder, sucede
y sucederá desde el interior...
Desde lo anterior a las largas noches
y los días. A las palabras...
Al renunciamiento, a ese vacío... Al éxtasis.
Lo siento, yo también quiero
y te quiero y, no es necesario,
querer como quieres...
No te molestes ni digas nada,
conozco el camino del regreso
de permanecer fiel a mi misma
e inclinarme solo ante Dios.
Soñe contigo entre mis manos vacías
en las canciones selladas de la historia
entre las estrellas y las risas
ocupando el semblante del amor
tocándonos la piel en libertad
descendiendo al filo del deseo
enredándonos a la luz de la luna,
sin ocultarnos al alba.
Orilleando el aroma de la piel,
hundiéndonos abrazados, sin fantasmas.
Queriéndonos amarnos al amanecer,
aprendiendo a volar en versos,
recitándonos poesías,
sin prisas ni olvidos.
Dándonos, sin herirnos.
Soñe contigo en el más allá
entregándote mi corazón
queriendo volver a amar.
Atrapándote entre las montañas,
el cielo, la arena y el mar,
siendo tuya y tu, solo mío.
Soñe volando hacia ti,
a la luz de la letra
muriendo y renaciendo del amor
en el beso de mayo
sabiendo que te amaba
y que siempre mi héroe
Un breve silencio
no me digas nada, por favor.
No te apures ni me ilusiones
si acaso, sorpréndeme
como si el tiempo no hubiese pasado
y que te has dejado ir, solo por un rato.
La verdad late sosjuzgada y silenciosa,
oculta en los rincones ocultos en la mente,
olvidada, encubierta, pesa
tan deseada y tan temida
Imágenes, pensamientos, dudas, temores
también me iría de mi misma
pero hoy es todo tan distinto
ante tanto dolor contenido
tan solo un muro más se levanta
se levanta y una puñalada trás de sí
entendió, solo eligio callar
¿Que ha sucedido entre tu y yo?
Uno puede suponer al saber, no al deseo.
A esa intencionalidad oculta
de un decir y lo que se dijo,
entre lo que se dijo y se entendió,
entre... tu mirada y mi mirada
y, el lenguaje.
Ninguna respuesta puede servir
a esta hora para explicar
que justifique tu existencia
y este deseo en potencia infinita
al querer acercarte más, mucho más
hasta ser el deseo de la estrella
erotizando la respiración
y tu palabra,
en canto rodando en la piel
la inconfesable confesión
en el retorno de lo pensado
del significado por venir
que nos habita en el campo de la palabra
y hace sagrado el hablar,
abierto a la verdad
a un re inventarse vivo
cuando el decir comienza a desplegarse
entre el amor y el goce de pertenecer
en la pasión del desfasaje temporal
y este deseo en puntos suspensivos
donde a mi manera y siendo taxativa
y sin anunciados asfixiantes
te digo, invítame
Invítame a la luz de la noche,
a probar tus playas, cielos y mar
Anda dando vueltas
desde temprano
en la búsqueda eterna
de encontrar sentido
a ese andar descalzo
en el que siempre elige
en vivir la vida.
Anda, tan solo anda
dando vueltas
buscando la estampa
en una sola imagen
y no la halla.
La verdad abrocha
el collar de perlas
El sol brilla
cálido y oscuro
en el nudo por detrás
de la garganta.
Fría y quieta
la mente siente
que ninguna es,
-la hora precisa y exacta-
y la nada de la nada, alcanza.
Ni menos sintetiza
en esas horas
la voz quebrada en la despedida
de su pequeña y gran estancia.
Los descalzos ojos
lucen rosas preciosas
en el valle húmedo
Anda tan sola en un latir latiendo
todo la marca por estás horas
en el andar sereno a pulso abierto
de los claros cielos
Anda, sola anda en Barcelona
son los tacones a estas horas
flotando azules en mar de lágrimas
Desnuda desnudez recorre
y calla más allá de los espacios.
En entrelíneas, la mirada
recita arenas de des tiempos
y en sonoras vocales enhebra
calladas historias de tiempos
Estalla la voz en llanto
abajo del hondo plato
y es, risa de oliva
en cálidas tazas
de aromas en anís y canela
Lo sabe...
Las almas son mundos
y siempre la magia
re crea la vida
en su más bello canto
La amistad
serena la noche
en notas de cítaras
y presenta a el día
Llorando en silencio,
la hoja murmura, se queja:
es la eterna vieja maleta vacía
la que sueña y anda agradecida.
Queda
lo expresa en colores
en voces serenas
dando vueltas tan solo
y Sola
por siempre amanecida.
Con motivo de la 43 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, Editorial Dunken tiene el agrado de invitar a usted a la firma de los ejemplares del Libro Largas noches largas de Mané Castro Videla el día sábado 13 de Mayo a las 17 hs. Pabellón Verde, Stand 1122 del Predio Ferial La Rural de la Ciudad de Buenos Aires, sito en Av. Cerviño 4474 / Av. Sarmiento 2744.
Verba volant scripta manet - Las palabras vuelan, lo escrito queda
Hay una implosiva realidad de la conciencia que nos lanza con ese estar siendo la nada al vacío, es ese algo que nos estalla y nos arroja alienados, con angustia al misterio... Es este poder de estar y permanecer... en este permanente juego de letras de colores desde la niñez... esta búsqueda de encontrarse ante la necesidad imperiosa de ser mirada, de no ser olvidada, de ser abandonada y no ser amada.... esta locura en espiral mágica de solo ser el desatar de todos los miedos y los demonios... ese pasaje de ser en un instante dios y en otro solo satán.... Tantas imágenes se desprenden de mi ser... tantos seres ... tanta dolor y muerte... tanta guerra en cruz a puño cerrado en el centro de la mesa... y ese exquisito e inolvidable olor a pipa... a puros... a tabaco... ese rito mágico de girar al compás de la música celebrando la vida... ese juego de atar todos los nudos en nombre de la búsqueda de paz ... Y este ego que mata ... y saca la frescura y la brillantez de ser esa parte loca y libre... ese pido gancho... A andar descalza, desnuda! A amar y ser amor libre... de perderse siendo la versión más bella de Julieta, de ser la historia de los amantes... Soy esa versión en la más absoluta libertad...habita en mi. Soy la muerte viva... soy la irreconciliable enemistad ... soy la pasión y el amor desenfrenado... lo prohibido... Soy el destierro... el sufrimiento y la agonía... Soy la muerte y la vida... apostando por toda la eternidad a la vida Soy mujer y madre de nueve lunas en la pureza del corazón ... Soy Inés... Soy poema.... Soy la versión libre de la Víspera de Santa Inés... soy las cuarenta y dos estrofas de nueve versos de Jhon Keats ... soy hija del fruto prohibido de la raza aria y gitana... Soy eterna danza danzante gitana como mi madre Inés... Soy y mi nombre real es María Inés Castro Videla... Soy leyenda...escrita en cartas de lengua inglesa... Soy la joven de trece años Inés de Roma que fue martirizada por no entregar su virginidad en la noche del 21 de enero... a la inocencia y al amor... Soy la simpleza... la negación caprichosa y rebelde de aprender la lengua inglesa y francesa obligatoria en la casa grande y en la escuela... de que hay un saber anterior más fuerte de saberse y de pertenecer que uno, es esa lucha, sin palabras anterior a la propia conciencia de lo que uno cree saber ser ... en esa lucha de clanes.... Soy verso y prosa... sonoras y plásticas muriendo y volviendo a nacer... Soy el caos y el sentido ordenado... Soy J’écrivais des silences, des nuits, je notais l’inexprimable. Je fixais des vertiges." de Arthur Rimband Soy ese viejo cuento de hadas... maravillosos de tapas duras de marrón oscuro que se hacia bandoneón y uno giraba locamente en calesita ...
Soy esa, la que venía en barco dentro del baúl de pieles y las joyas de la abuela, de las fiestas y las excentricidades de europa y, la exquisita y rigurosa sobriedad en letra a pluma de mi abuelo en cada viaje, en cada despedida, en el miedo de la soledad y la locura de perderme y de perderlos... Soy el recuerdo vivo de lo oscuro y lo trascedental... Soy cada uno de esos seres que me habitan y despliegan mis alas ... Soy la liberación realizada en cada uno de mis hijos por amor en la más absoluta libertad... Soy la locura, lo erotico y el lamento... Soy la libertad obscena... Soy la que te dice que te falto coraje... Soy el arte que me lanza siempre des vistiéndome a la letra, a la palabra escrita y que me plasma danzando con los pinceles en el estallido de color ante el caos del lienzo en blanco...
Soy todas esas ... y sigo siendo la rebelde niña de los ojos moros llorando océanos hasta secarse, solo por amor vestida de terciopelo con zapatos de charol de mirada desafiante y provocativa, sin conciencia soltando el lazo de seda de mi pelo en la oscuridad de la función del teatro colón ... sintiendo el corazón palpitando...la sangre en las venas... Soñando despierta... Danzando en las arenas del desierto junto a mi mami Inés mirando al cielo y solo inclinándonos ante Dios ...
Mané Castro Videla
Solo a veces... uno se da permisos y da rienda suelta a la locura...
Soy, lo heredado, lo primitivo, lo no cuestionado. El silencio de la infancia, las inscripciones de ese tiempo anterior, sin tibiezas de grandes fuerzas con movimientos paradojales y relaciones de dominio. Soy, la manifestación a gritos, desatando nudos, conquistando y transformando el pasado trágico, escindido, misterioso e ignorado de ese ser de niña que me habita. Soy, hija y nieta real víctima de la guerra la que necesita reflexionar, pensar, dar a luz y revalorizar el amor, re construyendo la palabra de todo aquello que nos desoriento, nos alejo indignados del juego de niños. Soy, presencia en el deseo y la fantasía entre la risa, la muerte y la cárcel, pariendo en letras de colores. Imprimiendo en los adoquines de San Telmo, parando los relojes en un tiempo mágico de debates y de duelos de la Avenida de Mayo Soy, a corazón descalzo, creciendo. Arriesgando todo, sin maldad ni armas, siendo la pluma del verbo en las páginas en blanco hilvanando soles y lunas en hilos de oro a la vida, al eterno amor, al hijo, al héore, a la patria y a Dios cumpliendo la promesa, desnuda sosteniendo la mirada. Soy, lo heredado, el no olvido para y por el amor en libertad. Mané Castro Videla
¿Será la muerte y su simbolismo?
Y, este permanente retorno
en que se enmaraña todo
y marcan en forma circular
un orden
un discurso
una danza eterna e irrestible
de hombres y mujeres en anillos de oro
con una fuerza de unión y destrucción
exorcizando al amor
de todos estos años de enseñanza
de penas y sufrimientos, esperas y aprendizajes
A nombrarte hasta sin palabras
en la apertura del pensamiento
Al ritmo de reconocernos
en las propias nuevas letras
sosteniendo la mirada
enriqueciendo el espíritu de la reflexión viva
¡¿ Será la muerte o será la vida ?!
La que siempre me lleva en suaves movimientos
a las fragancias de la magnolias,
al resplendor del canto del amor
A tu corazón encendido
bordeando la pasión, el deseo y la locura
y a este latir quemándome el alma
en el encanto de las miradas de la tuya y la mía
Perdonáme, si puedes, me retiro, estoy cansada.
Juro que solo ame una y otra vez,
hasta morir y volver a vivir
para volver a morir y perdonar
Para sentir en el aire,
la paz y la libertad del amor,
embriagarme en su aroma,
y volver sola junto a Dios
Sola anda con su melena larga al viento y la mirada provocativa en ese punto de llegada, de previlegio del encuentro, de elecciones, más allá de los mandatos y de un tiempo anterior acallado a voces de inscripciones desvistiéndose deshojándose resignificándose desatando tiempos donde permanecio oculta en un momento trágico colmado de desmentidas y rebeldías indignación y sobresaltos de instantes de deslealtades, traiciones y abandonos respirando el amor en la noche trágica del fin de la ingenuidad, la inociencia y la candidez. Sola con su alma anda, resignificándose en los pliegues de la memoria desde la fuente de la vida y del poder del ser de la vida y de la muerte en que la sensualidad y la ternura poso su luz en la oscuridad profunda de sus ojos La satisfacción y el anhelo de amar, la risa y la aproximidad corporal La piel atravesando todos los textos entre el goce y el sentido, Su mano tendida enredando el deseo a la luna con gemidos y suspiros nombrando las cosas por su nombre a un decir abierto Al encuentro y el enigma de lo nuevo, sin máscaras que nos nombra, sin juicios ni condenas, a encuentros y desencuentros y siempre en su danza proclama en su más bello resplandor su nombre ... Mujer
Sentí tanta miedo de crecer
de perderme en las insignificantes cosas
y en el quehacer de los grandes
que no me di cuenta
de guardar el sentido
del punto en cruz encerrado
al ser madre en el alma y la mente
del espíritu de la muerte
de la condena de la posesión
de amarse por siempre
y por toda la eternidad.
Al poseer lo más deseado
hasta consumirme en la desesperación
Sentí tanto miedo
al sentirlos solo míos
creciendo en mi panza
en que juro ahora sobre mi muerte
que no me arrepiento.
No me equivoque
de ser vida y no ser silencio.
De amarlos con conciencia
hasta la locura y de llegar a olvidarme
de sembrar otro cielo,
enhebrar las estrellas
y al sol naciente junto a el mar
para guardar el corazón
enloquecido de dolor
de un mundo no imaginado
de esta herida que desgarra el pensamiento
en el más hondo desconsuelo
y del quebranto ensordecedor
de la palabra y la pérdida
en el instante del adiós
que me inclina sola ante Dios
en silenciosa oración
alzándome hacia los cielos
Desnuda peregrina mujer
retornando con gratitud y sin protestas.
Bendecida por tanto amor y libertad
en paz al mandato divino
sola y sin miedos solo ante Dios
dejo de ser el infierno, de tu vulgar limosna ciega e intolerable presencia Fue un instante frente a la amenaza. la violencia del abandono Las exigencias, el desprecio y la incertidumbre de la muerte en que en silencio una a una sano las cicatrices hasta el fin y en aquellas menos importantes donde descubro la otra cara del mundo, sin ti. Renunciando a lo que estaba mal defendiendo lo que es justo Siendo el principio, el presente y el futuro que me sostiene y no me averguenzan en todos los sentidos Asumo el riesgo, la idea de hacer ante lo horroroso y la agonía, de ser feliz. sin ti Anudando uno a uno imágenes, fantasías y palabras. Apasionadamente, sin ausencias, rompiendo las cadenas con conciencia Recobrando la existencia recordándome que algunas cosas resultan de a dos y otras solo son para vivir, sin ti
Fue sin querer, fue un error, decías
tratando de consolarme, de calmar
el llanto desgarrado del corazón
con mi alma batiéndose a duelo
con la mente y el cuerpo
hasta la destrucción... hasta enloquecer.
Excusándote, tratando de abrazarme,
tomándome de la cintura,
restando importancia...
Descartando el valor a la palabra,
al amor... Al amor que te dí...
desligándote, jurando amor eterno.
Sin compasión, sin borrar las diferencias
en el lenguaje del dolor...
Fue sin querer, fue un error, decías
LLoré a morir, a los vientos al decir adiós
rompiendo el dolor en el frío de la nieve
del cristal de la mirada
bajo el cielo más azul sintiendo
la seda de la calma perdiendo el miedo
hasta el aliento del nuevo amanecer
Solo a veces nada alcanza
son instantes de mundos
deshilvanando la vida
donde nada nos alcanza
y todo nos separa
No hay razón suficiente
de nuestro propio existir
No hay un sentido hondo,
profundo de abrazar el pasado,
lo que fuimos...
Lo que en el ahora, nos hace saber,
ser imperfectos.
Lo que somos... tú y yo
Seres conscientes imperfectos
con la conciencia tranquila
sin nada que ocultar,
sin contradicciones
sin disimulos en demostrar
lo que somos y sentimos
ni callar verdades e injusticias
Solo, solo a veces, tambaleo
cada vez que me distraigo
y callo cuando debería hablar
No alejo mi corazón ante el bullicio
y tu palabra detestable
me lastima y daña
y tu presencia me asusta
Solo, solo a veces
me olvido de mi y siento miedo
comienzo a anudar y desanudar
y mato el deseo
fluyo en pánico ante la máscara
de la amenaza de la muerte
de la pérdida y la tristeza,
la humillación y el desprecio
Avergonzándome en mi esencia,
a lo que soy y te doy
de la certeza absoluta de amor
y solo, solo a veces
debo confesarte y jurarte
que solo te reconozco
en el más desgarrante dolor
renunciando a la vida
deslizandote al ras de la tierra
a la luz de las tinieblas
Estas ganas húmedas
de gritar y llorar hasta el quebranto
empapando la mirada, la piel y las manos
en esa entrega a un nosotros
A callar y a morir
en el minuto de silencio
de recordarse en ese saberse ser,
ser la huella
La huella de la libertad
donde no todo pasa ni pasará
si el dolor es una herida abierta
si se nos cierran los ojos
y se es, peregrino del amor
Si se sufre a gritos y en silencio
en las buenas y en las malas
en los recuerdos recordándonos
en el reclamo de justicia
en el consuelo de la fe
en todos y en cada uno
de estos años habitándonos
Si el dolor se hace carne
y en su intensidad abruma
hasta quemarse vivo por dentro
Siempre se es, un misterio
al dar respuesta desnuda
ante el reclamo a Dios
bajo los cielos más grises y oscuros
y en los pozos sin fondos,
cuando el alma se rompe
y nos estalla de tal modo
que uno termina reconociéndose,
aceptando y abriéndose
a los designios divinos,
díficiles de comprensión
mientras la vida y el mundo se deshace
y uno tan solo, es el dolor
para reencontrarse en el sentido,
hilvanando la sombra
en el peso de la metáfora,
donde se distingue y se eleva
rechazando la destrucción,
la pulsión a la muerte
y se es cruzando
hasta el más allá, de todos los umbrales
Reconociéndote y reconociéndome
en el enigma concebido
en su verdad manifiesta
entre palabra y silencio
para toda la eternidad, la existencia