Vivirlas plenamente es la razón...
Vivirlas calmando la sed, el hambre... .Encontrando cobijo... Juntar las manos... y esparcir las estrellas... Recreando todo lo que sí está!
Mané Castro Videla
Diosa Mané
Mané Castro Videla - Mujer Poeta y Artista Plástica Argentina - Española
Se empoderó de su propio saber no sabido
a su derecho de construir, re construirse,
paso a paso y ese muriéndose sola.
Necesita contenerse...
merece un acto de amor
permitirse los sueños,
reparar los desamparos,
habitar los abandonos.
Verbalizar los bordes
más allá de los quebrantos
y del corazón roto.
De las marcas de las tachaduras,
de la borradura y la censura,
en el archivo de la memoria.
Necesita escuchar su versión,
del sentido al caos y la destrucción.
y, de lo imborrable
sobre las huellas mnémicas.
En su magia,
donde se sostiene en lo que escribe
para no olvidar
y en el hondo suspirar
dando viva al barro de la letra
hasta alcanzar al cielo
y tocar por toda la eternidad a Dios.
Sin tapujos ni secretos nos lanzamos marcando huellas en silencio y sin palabras, sin argumentos. Solo aceptando estas ganas de amar en la ausencia total del miedo y ser alguien, solo para ti como un soplo de aire fresco en los pequeños detalles, en lo profundo del corazón, abrazándonos. Recomponiendo entre las letras las partes rotas que nos enseñan a vivir Tirando en su fuerza todos los muros y los recuerdos en nuestros labios siendo realidad, sin voz en la mente. Anudándose en los cruces de los pensamientos hasta deshacernos de la piel Rompiendo la razón del existir del mundo y el saber de la carne viva del cuerpo cada vez que no miramos en el tiempo antes que la vida nos quite el velo de los ojos y el beso de la muerte en su quietud cale las grietas y nos rompamos por dentro, nos desborde hasta destrozarnos en la tormenta, amándonos. Tirándonos en una caricia el alma al abismo en el reflejo del espejo... Sin piedad y sin pensar en afrontar la muerte, la pérdida de sí. La tristeza y la soledad, en el miedo inmenso del grito de honda soledad de la creación como puro verbo que somos... Amándome y amándote por siempre, como yo te amo en las sombras y las luces de tu entrelineado entre el bien y el mal de la pluma y en la magia del soñar... Mané Castro Videla
Es en ese costado del mundo
en donde el sol se acuesta
antes que me alcancen
los efectos de transformación
de que puedan sostenerme
a tu mirada, antes de ti
y mi amor, sin pasión
el alma se perdía
en el hondo suspiro
a los bordes inhóspitos
de zonas ignotas e inesperadas
de misterios, de lo indecible
o inexplicable que condena
lo simbolizable a la incompletud
Al agujero negro
en las constelaciones del firmamento.
para que seas hoy quien eres
para revivirme
y darle esta representación
a la realidad
y que seas para mi
la razón para reinventarme
en cada día una manera
de vivir sin sufrir ni dolor
mirando hacia adelante
sin mirar atrás en libertad.
Soy la menor de las nietas "la parrula" la niña abandonada, la hija única, la pequeña de los padres separados la dama de la casa grande. La niña de los grandes ojos moros esperando y del amor que una vez soñó y creyó encontrar devolviéndole el aire nutriéndole las raíces, las salidas truncadas y la aceptación del olvido que oxida de no ser lo importante. No es fácil olvidar el ayer ni que me tomes la mano cada vez que comienzo a temblar ni que me abraces cada vez que lo necesito para parar de llorar ni que tus palabras borren el daño que me han hecho y que tanto me duele. Soy y seré yo en todas mis fases y soy ese amor grande, el amor verdadero, ese amor del bueno, el que te hace vibrar y no olvidar pero por siempre sanar. Ese amor de saltar al vacío sin miedos y lo que encuentro lo haga mío, sintiéndolo desde el alma con pasión dándole vida y todo el amor sin rendirme para que crezca y siempre sea el nuevo amanecer en la más absoluta libertad en nombre del amor. Mané Castro Videla
Tienes el don de la guerra
de dejarme sin palabras
y del escándalo que despiertas
de apuntar hacia dentro de mí
zonas ignotas, inesperadas
fuera de control.
A esas cosas tan obvias
que se asoman a los bordes
del misterio de los cimientos
de lo indecible e inexplicable.
A lo que condena a la incompletud,
al gran agujero negro
que contemplamos
temblando en el silencio
más allá del firmamento.
A ese instante de temor
con terror de no entender nada
de reducción escalofriante que degrada
a la misma nada y sentir,
Sentir solo morir...
mientras mi alma te ama
con toda mi existencia
hecha trizas y sin parar de llorar.
El ser humano es cualquiera, es de todos
no es un medio para otra cosa,
es un fin en sí mismo.
Es recuerdo y sentir,
y todos somos iguales
liberando a la palabra
Y todos somos diferentes
todos tenemos diferencias, resistencias
de abrir nuestro pensamiento
para tratar de comprender
a valorar la incomprensión
a lo transcedental
A quererme a mi siempre
ante el abandono
aún tú habitándome
donde nace y muere mi amor
donde siempre accede el otro, tú.
Un otro incomprensible pero real
cerrando todo y permaneciendo
en la incredulidad
y se hace imposible pensar
y la vida se atasca
y tu eres la constante repetición
sin poder despegarme de ti.
Si a tu mirada no puedo mentir
si antes de ti, mi alma no conocía el amor
y tenerte a sido siempre una bendición
hasta morir para que estés siempre aquí
y solo seamos un texto perdido
en la noche de los tiempos
atravesando abismos
de entre todas las generaciones
que nos precedieron
y seamos la letra sagrada
de amor y misterio
de odio, rechazo y miedo
por toda la eternidad
dos espacios al mismo tiempo.
Te busco en las montañas
al oeste de Tebas
en los oráculos y en las adivinanzas
de los cielos cerquita de Dios.
en todas las formas
y en la muerte
en medio del silencio de la tumba fría
y en los gritos de las olas
rompiéndose, sin comprender.
En los grandes mares
y las corrientes del viento
que siempre nos marcan
el tiempo en un soplo del alma.
Elevando en oración
la voz de la imágen
y en el vacío de las manos
el sendero estrecho y pequeño
donde solo uno
es la más honda soledad
en la gracia de Dios.
Llegara el día en que moriré
y solo seré el desierto.
El desierto de ser
un recuerdo
una lágrima
una palabra
una canción
una pasión
un amor
Una esencia
creciendo hasta la misma nada
frente a tu imagen
en la pureza del corazón
Imperfecta
Equivocada
Rebelándose
a todo lo impuesto
a lo imposible
Lanzándome
a los fantasmas
a los miedos
al más allá de toda ilusión
de la vida y de la muerte
sin límites para y por amor
con heroísmo
susurrándole al amor
que vivas por siempre, sin sufrir
y solo amando,
amando con amor
como yo te amo a ti.
No es lo mismo, tu decir y mi decir
es tu carácter dominante
y el sentido de la vida,
tus frustraciones repetidas
las que hablan y demonizan la existencia.
Son las escenas y el excesivo apego,
esa necesidad de llenar vacíos...
Y ese pensamiento irracional
de ver funcionar la realidad
y sobre todo a los demás
como "uno mismo".
Es tu cólera y tus sentimientos
de frustración intolerables
donde el infierno siempre es el otro,
donde siempre es uno.
No es lo mismo, tu decir y mi decir,
el realismo de aceptar al otro.
del que el otro es y está.
Son tus pensamientos absolutos e irracionales,
tus principios de la realidad.
Tu dependencia, tu insatisfacción
lo que nos separan.
Es la falta de ternura y las creencias.
Las creencias, las que no necesitan pruebas
y, todo es, el lenguaje.
La luz agoniza mientras pierdo la palabra,
las cosas buenas y el mundo sensible
Palabras y cosas, verdad y falsedad
y la lista es infinita en medio de la oscuridad
de lo bello y lo cruel
del sentimiento del bien y del mal
y tu voz sin palabra, de exclusión
estalla tu vanidad con el pensamiento y el corazón
desencadenando la capacidad de resistir
y torsionar la miseria, la vergüenza,
la infamia, la servidumbre
excluído de todo
incapaz de transformar
la tristeza y la desesperación
de quitar el dolor
el dolor de la piel
desde del fondo de mi alma
Deseaba amarte
y ser correspondida
Quería estar contigo
habitándome los silencios del amor
de todos estos años bajo las estrellas
en el encanto de la magia
Quería amarte y que me amarás
darme al amor, a la entrega
a los sueños con pasión e ilusión
Quería amar
entre la tierra y el cielo
con mi pecho agitado
y solo me habitan tus mentiras
el desorden de la distorsión
y el cansancio de esperar
la pena de la infracciòn incontada
del simulacro de tu existencia,
de tu muda vida
Solo queda el vacío del adiós
La distancia de los besos
y los ojos moros tristes
de la agonía del recuerdo
del quererte tanto
entre tus palabras más silenciosas
las que traen la tempestad.
Hoy quiero confesar
que estoy enamorada
bajo la lluvia torrencial
cuando no des-cubrimos
amando mundos nuevos
perdiendo todo sentido
en la oscura soledad de la noche
liberando lo que somos, buscàndonos
Lo que nos salva
deshojando los besos
respirando lentamente
resurgiendo de las cenizas
abrazados dulcemente
sin prescindir del dolor
ni de la esperanza
Solo unidos en la magia de a dos
en silencios con pausas
sosteniéndonos la mirada
Hazme tuya una vez más
hasta el punto de naufragar
y el asombro me sorprenda
reclamando tiempo
sintiendo que te amo
y mi alma
en su punto más alto y valioso
libere el pensamiento
entonando una canción
al final de las respuestas
de las frustraciones y las decepciones.
Al final de la muerte
de contemplarte,
de las creencias profundas
y de nuestras vidas.
Al final del libro
en silencio entre luces y sombras
dando luz a la soledad trágica y violenta
de renuncia
de negación
escuchando las notas de una cítara,
despojándome.
Desnudando el alma
arrojando lejos todas las cadenas,
las pasiones y los caprichos de los deseos.
Por amor solo por amor,
te lo juro, solo por amor... ¡volare!
Aún hoy las sombras están ahí, agazapadas a veces, y otras, salen a plena luz del día... Nada se ha borrado ni mucho menos perdonado, todo está ahí, no se resigna a retirarse, están ahí dejando huellas. Así sucede en uno y en todas las edades de la historia. Todo es tan lento... tan insoportablemente lento que apenas todo ha cambiado... Apenas hemos crecido, siempre aflora el niño... en otros adolescentes y en muy pocas ocasiones el ser adulto derrumbando los muros del pasado... Demoliendo estamos con todas las fuerzas de la razón y la inteligencia las concepciones esclavizantes de nuestros cuerpos humillados, desvalorizados sin alma... Tiempo, solo necesitamos tiempo... para romper los lazos que nos atan al cuerpo y podamos comenzar a conocernos, a mirarnos de un modo superior... porque entendimos que todo el resto es accidental, es pasajero, no tiene mayor trascendencia sino tenemos libertad interior sino dismitificamos el concepto equivocado, los sutiles prejuicios... Si nos quedamos atrapados en la pobreza exterior y no en la riqueza interior... y pensamos... Nos pensamos desde lo esencial, sin traicionarnos... Integrando absolutamente todo lo que somos, con lo que nos habita y todas las brechas que existen entre tú y yo y ese vacío que nos ahoga, duele y nos nubla la mente. ¡Entreguémonos! Sin límites de este mundo y de la mente Entreguémonos desde el conocimiento, las razones y la fe desde las verdades racionales, desde nuestras limitaciones... Entreguémonos con Amor para y por amor A un volver a nacer... recobrando vida reapareciendo como el sol de una larga noche
Manè Castro Videla Mujer libre avanzando a paso lento y paso parsimonioso
Hay que llorar el dolor, sentirlo... Sentir es sentirse y ser el abismo mismo de soledad... Es nuestra elección como sanarnos y renacer de las heridas sin envenenarnos, solo es nuestra elección y de nadie más. Aprender a soltar nos enfrenta a los miedos... es en ese instante cuando uno aprende a no esperar nada y es allí cuando uno se abre y permite que lleguen acontecimientos nuevos que nunca hubiera imaginado. Sin querer queriendo nos abrimos de mente y corazón... Sin querer amamos... sin querer queremos... sin querer perdonamos... Sin querer el equilibrio nos viste la mirada y uno comienza a confiar otra vez... Uno se da cuenta que somos parte de un todo y cuando nos focalizamos con dolor nos perdemos... Perdemos la capacidad de ver todo lo maravilloso que sucede a nuestro alrededor. Sin falsas esperanzas y con la mente abierta, sin cegarnos... Uno sabe que es lo que necesita, desea y quiere... Todo será a su tiempo, uno aprende que por más planes que uno haga y razones. Hay veces que las mejores cosas nos suceden y nos sorprenden... Bendiciones
Quiéreme
con todo el corazón
y en el propósito
de que nos entregamos
hasta quedarnos si nada
y comenzaremos de nuevo.
Quieréme
hasta que en nombre del amor
nos obligue a permanecer
en el silencio de la oscuridad
o en la inmolación del dolor.
Estrujándonos
Arrancándonos
Ofreciéndonos
Querernos de a dos
siendo tú y yo, amor.
Amor a la vida
con todo lo que es.
No entendiste nada, absolutamente nada, no me quieras transformar no soy tu madre ni voy a someterme a nada quiero solo el espacio que merezco. Sin perder la femeneidad. Sin insistencias de enredos. Sin fantasmas. Aceptando el vértigo de la caída libre, estando abierta al azar en el instante infinitesimal en que el beso es un grito mudo en el cuerpo, un llamado Un grito desgarrador, desesperante y el nacimiento para renacer a todos los significantes que me habitan y te habitan deshojando las noches. Inscribiéndonos en el borde la letra liberando la palabra sin saber porque te quiero tanto al escuchar tu corazón. Manè Castro Videla
Si no quieres sufrir, renuncia a amar, esa es la prueba más convincente que amamos. El amor acrisola al amor. Y uno sola, sufre, ama y vive, es inseparable estas tres realidades, sin importar su orden. Aprendí a amar, a fuego, a amar incondicionalmente a cada uno de mis hijos. Ni el vivir ni el sufrimiento y el vivir tiene otro sentido. Es ser más allá de ellos, es recobrar las fuerzas. Es ser el repicar de la campana, el corazón latiendo. Es sentir los cielos, el milagro y el lucero. Es ser el aliento dando vida, creciendo en nuestro ser al niño Dios en el alma. Es dar a luz al hijo y ser la madre. Y ser la realidad de la promesa ofreciendo con y por amor, el corazón solo inclinada a Dios.
Yo quería... Quería querer y que me quieran. Mi corazón estaba lleno de amor y el tuyo, esta lleno de odios, suspicacias, rencores, envidias, venganzas. Yo quería pero la ceguera y ceguedad de tus instintos ciegos, el conflicto de la mente y el corazón fue más fuerte, me excluiste, sin piedad! Fui excluida en la mirada egoísta y ruin, de la mirada falsa de la vida.
Confundida, creyéndose burlada
en su corazón encendido
comenzó a desnudar la soledad sin llorar.
Sin negar que le hicieron tanto daño,
la maledicencia, la envidia y la torpeza
hasta llevar a la muerte, a la inocencia.
Echándola herida al fuego eterno,
al estallido del ser.
A esa pérdida de lágrimas,
de su esencia nunca jamás consumada,
de ese saberse ser la belleza de la vida
del placer de lo femenino
cuando se trata de amor.
Te llevaste el corazón y los sueños,
el entregarse a fondo en los cielos
el erotismo de los cuerpos,
a la luz de los besos.
Te llevaste contigo mi vida de niña,
me dejaste el silencio
con el corazón en pedazos
juntándome los trozos
entre las sombras de las olas.
Me resisto a morir,
aún me quedan, las letras de arena
clavadas en la piel de la luna de plata
recitando a el amor loco,
a el amor cortés.
Embriagando
los recuerdos del alma
entre los ojos delineados
y las letras
cruzando la bahía en la mañana.
Siempre el arte orienta
formula, argumenta, interpreta
un lazo nuevo
Un despertar
de este transito doloroso de la mirada
en donde se extraviaron
los múltiples sentidos de entrega
Ese descifrar al revés
de los signos trazados
donde se rompe ese hilo finito
y conductor que atraviesa todo el texto
esa relación entre el sentido y el goce
y ese anudamiento
que nos conectan naturalmente
y esa fuerza
que nos moviliza de alma y cuerpo
para hacer el lazo
para enlazarnos con el otro
en las identificaciones
entre el sentido y el goce y, el acuerdo
ese incluirse en los semejantes
a partir de la puesta decidida
de encontrar juntos
un decir que nombre y nos nombre
un sentido que nos lleve al otro
A un tu y yo
a un nosotros
a un idealismo
contemplándonos en la inocencia,
en la sorpresa
que nos abre a un sentido
de un mañana,
a una verdad
siempre de a dos
Cuando no hallamos palabras para expresar todo lo que sentimos y vivimos en ese momento,
el silencio es la oración íntima, la palabra más plena... La que nos dice más, la que todos entienden y no necesita explicación porque habla muy profundo el corazón, el silencio de la mente y el amor brota... Brota por todos los poros y derrama luz al encontrarse en comunión con uno mismo y en plenitud en ese canto de gozo de paz y amor... de ti y de mi... de ser vida y sentir en el alma a Dios
Comenzó su análisis
sin saber que es lo que más le aquejaba,
dolía y el porque...
Comenzó reconociéndose
en lo absurdo de los acontencimientos
y en la competencia feroz
con la incompetencia y el maltrato
de los que fue víctima.
Se confiesa a palabra abierta
en ese estado de las cosas
sin odio, ira, resentimiento
de la pena rota desprendida
de esos momentos en peligro,
peligros de muerte.
En ese debatirse
entre la vida y la muerte,
en el calvario y ese deseo.
Deseo de exonerar, de mantener
y re comenzar otra vez.
Re inventándose, una y otra vez,
sin necesitar a nadie
en esa fidelidad sin grietas a sí misma
y solo haciendo el amor por amor
La acusaba de intelectualizar
demasiado fríamente
los fenómenos tan humanos
descuidando los afectos.
La emoción, la turbación,
el amor tierno y sexual,
el deseo y el goce.
La acusaba, ahí estaba la respuesta,
conocía ese mar espeso de fondo,
ese encuadre.
Esa imagen reflejada, deslumbrante
al insistir la mirada
con las cosas perdidas, extraviadas.
Ya no hay más.
No queda nada más.
Ni el deseo ni el goce,
ni mucho menos,
las ganas de ser ni pasar a ser
el otro lado del espejo.
La acusaba
desde la ceguera y la torpeza,
sin un conocimiento que lo ilumine
y lo libere del pensar atropellado
de sus vacíos y carencias
La acusaba de su egoísmo,
su autonomía y de su libertad.
De la certezas y la rebeldía
de elegir la vida y solo amar,
amar a su hijo y nadie más.
Solo se trata de entender
de domeñar la pulsión, lo oscuro
en este darse cuenta
cada vez que te pienso
y te plasmo lentamente
entre las yemas de los dedos
Y este deseo más fuerte que yo
que me lleva a querer.
Querer más y más
a desatar los infiernos y los nudos
de los signos de los fantasmas
que nos atan como huellas
y nos nombran
Después de haberse perdido
entre los cuerpos.
Después de vagar al filo
de las sombras de las ausencias.
Despúes de ti y de mi
del placer y el principio de la realidad.
Después de ser la fantasía
y este extraño estar sola,
sola y sin ti.