Se mordiò el labio inferior
a la vez que bajaba la cabeza
para no mirarlo
mientras cientos de imàgenes
pasaban por su mente
se veìa cansada y angustiada
de escuchar las mismas frases
Solo le queda sentir la tibieza
de los ojos cerràndolos
mientras inspira profundamente,
lentamente, una y otra vez
como tomando fuerzas
para levantar la vista
y detenerse en sus ojos
Un largo silencio y una espera
y el mundo vuelve a desaparecer
Sola queda fuera
de todo tiempo y lugar,
sin bajar la mirada
sin gesto alguno.
Siente escalofrìo
mientras la larga noche, la abraza,
la aprieta contra su cuerpo
y esa sensaciòn pasada, perdida
y casi olvidada se abre paso
y la recuerda
retomando una vez màs, la palabra
¡Feliz!
Mané
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